Planetario
Alfonso Islas
Mural
La grave crisis y deterioro que atraviesa el Planetario Severo Díaz Galindo no son espontáneos ni accidentales. Desde 1982 en que fue inaugurado, sus dueños, los gobiernos municipales de Guadalajara no han sabido entender el significado de su existencia; la transmisión del conocimiento de las maravillas astronómicas que ayuda a ilustrar a la población de que además de narcotráfico existe la ciencia como quehacer humano.
El significado de su existencia pasa por la divulgación de las grandes ideas pero también por la discusión de los problemas que nos aquejan como sociedad; escasez y contaminación de las aguas, del aire, los sistemas de transporte masivos eficientes, el cambio climático, las enfermedades, epidemias y un largo etcétera delinean y dan pertinencia a centros de ciencia como el Planetario.
Se cuenta como anécdota que en el período de Vallarta Plata, el inmueble del Planetario quiso ser asignado a la sede estatal del PRI, no lo dudo, que bueno que se pudo evitar.
Ahora no tiene presupuesto, pero en el año 2000, tuve la suerte de formar parte de un grupo de representantes muy entusiastas y serios con alto nivel académico, de universidades, tales como la Autónoma de Guadalajara, La UNIVA, U.P., el ITESO, La Universidad La Salle y desde luego la Universidad de Guadalajara a quien representaba, como Jefe de Investigación y Posgrado, junto con representantes de centros de investigación, como el CIBO del IMSS, CIESAS, el CIATEJ, y el CINVESTAV que llegaban a más de catorce.
Trabajamos durante más de dos años de manera muy intensa. Propusimos un Parque de Museos que albergara la reconstrucción del Planetario para que no solo las estrellas y el cosmos, sino la biología, la física, las matemáticas y la sociología fueran motivo de divulgación para los ciudadanos tapatíos.
Cada institución puso de su parte lo mejor que tenía. Estudios diagnósticos, de mercado, planos, diseño y museografía. Solo faltaba la firma de aval, del municipio para lograr un crédito que plasmara en la realidad el lanzamiento de un gran museo de ciencia para la ciudad.
Considerábamos que lograr un consenso así era una muestra de democracia, en una sociedad representada de la manera más amplia posible.
Sin embargo el dueño del Planetario, el gobierno municipal en turno no dio su aval, el proyecto se desgastó y el patronato fue disuelto, el entusiasmo desapareció.
Ahora, Myriam Vachez, compañera columnista de este diario y regidora del municipio de Guadalajara, ha revelado al programa Señales de Humo de Radio Universidad de Guadalajara, la razón de la sinrazón. Existe un proyecto inmobiliario que incluye la desaparición del Planetario, la venta de los terrenos para que se fraccione y se construyan condominios, con la promesa de construir un nuevo museito, que de ser cierto no respondería a los intereses de los ciudadanos de Guadalajara.
Me pregunto entonces, de quien es la ciudad, de unos cuantos vivales que harían negocio, o de la sociedad organizada.
La respuesta es patética, pero de acuerdo a la misma Myriam Vachez, podemos aún defender al Planetario. ¿No es cierto?
Espero sus comentarios
No hay comentarios.:
Publicar un comentario